lunes, 11 de febrero de 2013

alfarero

vasija en manos del alfarero

EL ALFARERO





"He aquí que como el barro en las manos del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel." (Jeremías 18:6)

En cada área de nuestra vida debemos dejarnos guiar, pensar que estamos en un viaje, donde el timón es Dios, El que guía nuestro sendero, el que pone en cada corazón sueños, anhelos y las fuerzas que impulsan a ser cada día mejor sin importar cuantas veces caigamos, pues Él siempre está con nosotros y nos muestra el camino a seguir de distintas formas en su gran misericordia.


Me identifico con este vídeo en muchas situaciones de mi vida, me considero una persona que persevera a pesar de las circunstancias, Aunque la vida en ocasiones me diga que no, yo sigo adelante, porque mi visión no está en las cosas materiales, sino en mi fe férrea, un ejemplo muy claro fue poco antes de entrar a la universidad, todo aparentaba que tenía que esperar, tal vez un año o sin certeza alguna no sabía cuando entraría a realizar una carrera profesional, puesto que los ingresos económicos no estaban muy definidos en casa. Pero Dios en su fidelidad me ha bendecido hasta el día de hoy.


Con estas hermosas palabras habladas por Dios en labios del profeta Jeremías, se describe perfectamente la relación que existe entre Dios y su pueblo. Por supuesto, que en el contexto histórico, la Escritura se refiere aquí al pueblo de Israel, y se extiende hasta nosotros, que hemos sido reconciliados con Dios, adoptados por El como hijos, mediante el sacrificio de Jesucristo.

En sus manos santas venimos a ser como barro en las manos del alfarero. Dios, como artista supremo, como perfecto creador, toma en sus preciosas manos este barro que somos para convertirlo en vasijas útiles, Limpias, dignas de El.

En este proceso de moldeado, a veces sufrimos los dolores del ser destruidos para comenzar otra vez. Y claro está, mientras más duro sea el barro, más difícil se hará el moldearnos -difícil, no para Dios, sino para nosotros mismos. pienso que la dificultades son necesarias, para ser mejor cada día y aprender a depender de nuestro creador, cuando nuestra vida es dirigida a través del Espíritu Santo de Dios todo saldrá bien.

cuando damos nuestro todo a Dios, nunca nos vamos a arrepentir, pues Él es nuestra fuente, nuestro arquitecto,  y nos llevará a donde Él quiera siempre y cuando estemos dispuestos a recibirlo, "El hombre es como barro en la mano de Dios, y entra primeramente a los tratos justos de los juicios de Dios para amoldarlo a su molde divino, y poder revelar su Palabra y este listo para ser un vaso de honra al servicio de Dios". (2Tim 2: 21)


En el vídeo veremos una pequeña ilustración del modelo de Dios hacia nosotros.



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1 comentario:

  1. Cierto mi princesa y puedo sentirme orgullosa por que las dos fuimos llevadas directamente donde el SEÑOR quería

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