jueves, 21 de febrero de 2013

no hay prueba que dure cien años, ni cuerpo que no la aguante


LO QUE QUEREMOS NOS CUESTA



Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos. Isaías 26:6

En todo el trascurso de nuestra vida vamos a tener sueños, esos sueños generan impulsos que nos permite seguir día a día, la pregunta es  ¿nuestros sueños, son los sueños de Dios?... en cada momento yo me pregunto que si lo que quiero , también le agrada a Dios, y siempre digo, señor más que mis sueños que sean tus sueños, porque lo que planeas siempre es perfecto.

Los sueños están directamente relacionados con la mente y el corazón de cada persona. Si eres avaro y egoísta, difícilmente tendrás un sueño generoso.  Pero si tienes buenas intenciones y tus sueños se relacionan con el beneficio de muchos, éstos se adhieren a tu corazón y tu mente, entonces tienes más posibilidades de alcanzarlos.

Si sueñas con ser doctor y  sanar a las personas, ten por seguro que todo obrará a bien. Serás más exigente y soñarás con un hospital para niños con cáncer. Los buenos sueños se amplían y fructifican. Por eso es importante que cuides tu corazón y expandas tu mente. Cuídate de ti mismo y de tus debilidades porque así cuidas tus sueños.

Siempre pregúntate ¿será eso lo que me conviene?, algo que siempre hago cuando voy a tomar una decisión es preguntarle al que lo sabe todo si está de acuerdo, y si es así, sigo el transcurso del camino, y para tomar una buena decisión debemos ser sensibles a la voz de Dios, y a pesar de las dificultades seguir al frente, no rendirse, porque si en mí nació un sueño de parte de Dios hay que seguirlo hasta el final.

aquí viene una palabra muy importante la persistencia: esto me recuerda de hace unos días, cuando salía con mi amiga carolina a patinar, aunque me caí muchas veces siempre, me levantaba y seguía intentándolo, en un momento no quería seguir más y me provocaba ponerme a llorar, pero en ese momento ella me dice levántese, que usted si puede, así es Dios con nosotros cuando ya no podemos nos dice que nos levantemos y nos da su mano amiga para enfrentar la batalla y poder cumplir el objetivo dado, no hay prueba que dure cien años, ni cuerpo que no pueda resistirlo, Dios nos da conforme a nuestra capacidad, y si queremos llegar a la cima debemos aprender a afrontar las dificultades.

Y algo muy importante debemos prepararnos para recibir la bendición, según nuestra madurez, y nuestra preparación así mismo recibiremos, Dios nos da según nuestra madurez espiritual. No hay que olvidar que él siempre está con nosotros, y en los momentos que creemos que estamos solos, es cuando nos está llevando alzados.




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