confiando en Dios

LO QUE MÁS NOS IMPORTA, NOS CUESTA DEJARLO EN TOTALIDAD

he tenido una semana un poco pesada, no ha sido fácil ya que se han venido grandes dificultades, el miércoles sentía que ya no podía más, que lo que guardaba se estaba saliendo y yo tratando de guardarlo, hasta que el miércoles de esa noche decidí contarle a Dios todo lo que hubiese querido decirle a esa persona, lo que me hacía pensar, y lo pequeña que me hacía sentir, fue gran ejercicio sé que Dios me escuchó y sanó en su totalidad mi corazón.

el jueves me encontraba genial, me sentía de maravilla, fui a la iglesia recibí mi clase, ensayé en castillo de rey, compartimos una torta, me reí un buen rato porque dijeron una palabra que no era, y de ahí me fui para mi casa.

llega el viernes, llegan mis amigas, carolina como loca que quería hacer trabajos que donde estaban las guías ni sudó y yo como que no comprendía porque hablaba tan rápido, cuando ya le entendí le dije siga porque ni entraba, cuando le hice caer en cuenta lo que había hecho nos reíamos como de costumbre. Luego llega katherine yo me encontraba con mi mamá en la cocina pero no propiamente haciendo de comer, nuestros ojos estaba desgajados de tanto llorar, nunca estamos preparados para recibir malas noticias y menos de alguien que amamos y que es tan frágil, parece un ángel a pesar de sus travesuras.

cuando ya me calmé ellas me dicen esperar, tal vez no es lo que dicen, y yo pienso que tienen razón y que lo único que debo hacer es confiar en Dios y aceptar sea cual sea su voluntad, salimos a tomar fotos a hablarles a las iguanas del parque, haciéndoles muecas de todo para tomar una fotografía hasta que lo logramos, luego nos fuimos a terminar un trabajo y carolina hablaba tanto que no nos dejaba concentrar,  a la final no hicimos nada, y yo me fui para la iglesia, fue un momento sobrenatural, la presencia Dios se puede decir que era palpable y no podíamos dejar de Adorarlo, todo terminó y me fui a casa después de un buen banquete de unción y de la Gloria de Dios.

el sábado me encontré con el pequeño y frágil ángel y mientras lo miraba yo decía esto que está pasando no puede ser, oraba por el de manera que no se diera cuenta, y mientras hacía los oficios Dios me manda un pensamiento y es que la mente humana diariamente se crea imposibles, cae, se cansa, y renuncia, la mente celestial vive día a día de hechos sobrenaturales, se levanta, se fortalece y da un Gloria a Dios ahí comprendí que todo está en la manos de Dios y a pesar de lo que pasa tengo la certeza que Él está conmigo y no me dejará, que todo es con un propósito, y que no solo está conmigo sino con mi pequeño ángel porque grandes cosas tiene para el, eso me reconfortaba y entendí que solo queda esperar como decía carolina, y que debemos valor los seres amados. 

Por nada estén afanados, sino sean conocidas todas sus peticiones delante de Dios en oración y ruego, con acciones de gracias. Y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento, guardará tu corazón y tus pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses 4:6-7